Consejos para Enfrentar el Impacto Emocional de la Pérdida de la Vista

Debido a que la ceguera es la pérdida drástica de un sentido primario, la mayor atención se centra en el impacto físico, ya que en todas las actividades de la vida diaria —vestirse, arreglarse, mantener la higiene personal, comer, viajar— las personas invidentes afrontan una multiplicidad de sentimientos, mayormente de inadecuación y frustración.

Los invidentes no saben si otras personas les están mirando. Es posible que teman avergonzarse por hacer algo torpemente o mal. Para contrarrestar la situación, podrían evitar situaciones sociales y grupos de personas.

Al conversar, los invidentes no pueden ver las respuestas visuales de las personas con las que hablan. No tienen forma de saber si sus interlocutores están interesados, entretenidos, aburridos o si no les escuchan. Quizás sientan que han perdido su privacidad y que dependen de los demás para obtener asistencia constante. Muchos sienten que ya no pueden ser productivos.

Si usted o uno de sus seres queridos tiene impedimentos visuales
Es importante comunicar a los demás que desea mantener el mayor grado de independencia y amor propio. Pruebe a realizar tareas y funciones por sí mismo a fin de descubrir si las puede hacer de modo independiente y con confianza. Es posible que sus seres queridos y amigos no entiendan que la pérdida de visión adopta muchas formas.

El ajuste a la pérdida de visión
El proceso de ajuste es distinto para cada persona. Habrá quien lleve a cabo este proceso con gran rapidez, pasando incluso por alto algunas partes del mismo. Otras personas podrían requerir largos períodos de ajuste. Dicho proceso puede incluir los siguientes estados:

• Negación: Al principio las personas se sienten conmocionadas o sienten incredulidad. Muchos deciden obtener una segunda evaluación con la esperanza de que el primer diagnóstico sea incorrecto.
• Resentimiento y Enojo: Es común preguntarse, “¿Por qué yo?” y alejar a las personas que tratan de prestar ayuda.
• Solución Negociada: Ésta puede que sea breve y de índole espiritual, con la esperanza de que si la persona afectada “se porta bien” o hace alguna promesa especial, se producirá una cura o remisión repentina.
• Sensación de Pérdida y Depresión: La pérdida puede percibirse de muchas maneras, incluida la pérdida de un empleo, de la independencia personal o económica y de la confianza en sí mismo. Las señales más comunes de depresión incluyen un aumento o disminución de las horas de sueño, pérdida o aumento de apetito y un funcionamiento mental más bajo.

Con el tiempo suficiente y, a menudo, con la capacitación apropiada, la mayoría de las personas son capaces de aceptar su pérdida de visión. Habiendo asumido la pérdida de gran parte de su independencia, ahora pueden seguir adelante con una actitud positiva y afrontar la realidad con expectativas razonables y una mayor tranquilidad.

Cómo lo puede ayudar Instituto Braille
Instituto Braille ofrece asistencia gratuita para ayudar a las personas a aceptar la realidad de su pérdida de visión, adaptarse a un mundo que es nuevo y desconocido y redescubrir personas, actividades y causas que den sentido a su vida. Algunos de los servicios que proporcionamos incluyen asesoramiento individual y familiar. Asimismo, ofrecemos grupos de apoyo para la persona que sufre la pérdida de visión, sus familiares y cuidadores.